Según lo establecido por la Asociación Española para el Fomento del Dálmata (AEFD) y el Reglamento de la Federación Cinológica Internacional (FCI)
Normativa establecida por el Club del Dálmata Español
Todos los ejemplares del criador deberán estar alojados adecuadamente, con suficiente espacio, protegidos de la intemperie, recibiendo la alimentación correcta y un buen trato afectivo.
La edad máxima de cubrición de una hembra será de 8 años.
El criador dará una garantía al nuevo propietario de 14 días frente a las enfermedades de las cuales va vacunado el cachorro, y otra de 2 años para las enfermedades graves de origen genético que imposibiliten una vida normal del mismo. En caso de producirse estas contingencias, el criador entregará al propietario un cachorro de similares características, guardándose la opción de recuperar el ejemplar sustituido. Si no le es posible entregarlo en un plazo inferior a 12 meses procederá a devolver el importe de la cesión.
La edad mínima para la primera cubrición de una hembra será de 24 meses, antes de esa fecha no podrá ser cubierta en ningún caso. Y la edad mínima para un macho es de 15 meses.
Una hembra reproductora podrá tener un máximo de 4 camadas en su vida, 5 en el caso de ser reproductora de élite.
Todas estas circunstancias habrán de ser demostradas fehacientemente por el propietario mediante informes veterinarios, que deberán ser enviados al criador en tiempo y forma, para poder examinar y evaluar el caso. Al criador le asistirá el derecho a nombrar un veterinario que examine al ejemplar para contrastar dichos problemas. En caso de discrepancia entre los dos veterinarios, el criador y el propietario del ejemplar podrán dirigirse al Club y solicitar la intermediación de su Comité y de la Comisión de Cría de este, cuyo informe será definitivo y asumido por las dos partes sin posibilidad de alargar más el proceso.
Una hembra no podrá ser cruzada en dos celos seguidos, en ningún caso.
Los cachorros no podrán abandonar el criadero a una edad inferior a los 60 días, después de haber sido vacunados al menos en una ocasión contra moquillo y parvovirus y convenientemente desparasitados, adjuntando la cartilla de vacunación o documento provisional análogo, firmado y sellado por el veterinario. Estas serán las condiciones mínimas, resultando lo ideal entregarlo a sus nuevos propietarios a partir de las 10 semanas de vida, con dos vacunas administradas, contra los virus ya citados y contra la hepatitis y la leptospirosis, y con las pruebas BAER realizadas. En todos los casos, los cachorros deberán salir previamente identificados con tatuaje o microchip.
Así mismo, el propietario se compromete a poner en conocimiento del criador cualquier eventualidad que pudiera aparecer durante el crecimiento del cachorro, y a seguir estrictamente las indicaciones que éste le vaya dando. El incumplimiento de estas circunstancias podrá ser un atenuante a favor del criador a tener en cuenta por el Comité del Club.
Artículo 4: Código de ética para la cría, según la Federación Cinológica internacional (FCI)
ARTICULO 4.1
La cría y el desarrollo de las razas de perros con pedigrí deben basarse en objetivos a largo plazo y principios sólidos para no criar perros enfermos, con mal temperamento o que carezcan de aptitudes para el trabajo.
ARTICULO 4.2
El objetivo de la cría es el de preservar y, preferentemente, extender la diversidad genética (poligenética) de la raza.
ARTICULO 4.3
Sólo se utilizarán para la cría los perros con pedigrí, típicos de su raza, que tengan buena salud. Al seleccionar un perro con pedigrí para la cría, le corresponde a cada criador determinar si este es apto mental y físicamente para la reproducción.
ARTICULO 4.4
El criador debe asegurarse que los animales con los cuales quiere criar tienen un temperamento estable y se encuentran en buena salud física
ARTICULO 4.5
Mientras un cachorro esté en manos de un criador, éste debe asegurar que el cachorro se desarrolle en un ambiente mental y físicamente beneficioso para garantizar una socialización adecuada.