Mi nombre es Nerea García y mis dálmatas, “Flamenco de Lunares” ¿Qué por qué esta pasión por los dálmatas? ¿Y por qué no?
Psicóloga de formación, incansable aprendiz de esta maravillosa raza. Ser criadora responsable exige mucho más de lo que a simple vista pueda parecer. Requiere de una dedicación plena, que a la vez hay que compaginar con el trabajo y el día a día.
Supone un esfuerzo y un sacrificio solo asumibles para verdaderos amantes del perro. No hay mejor recompensa que verlos crecer felices y sanos. Aunque nosotros partimos con ventaja, amamos a nuestros dálmatas, forman parte de nuestra familia y son nuestra pasión.
Fernando y yo somos una familia, que no entendemos nuestra vida si no es estando rodeados de nuestros dálmatas. Hemos hecho de nuestra pasión nuestro hobby. Nuestra forma de cría es familiar, ocasional y responsable.
Nuestros objetivos con ellos son a largo plazo, y siempre pro de una mejora de la raza. Nuestras prioridades en la cría de nuestros dálmatas son: salud, carácter y belleza. Nos basamos en pruebas de salud y en criterios de belleza con el estándar para seleccionar a los mejores ejemplares para la cría.
Siempre buscamos en las camadas quedarnos con algún ejemplar, y buscarles familias adecuadas a nuestros cachorros. El dálmata es un perro muy especial, no todo el mundo está preparado para tener uno. Nos aseguramos de que sus familias conozcan verdaderamente la raza, sus necesidades y sus cuidados, para que tanto ellas como nuestros perros tengan una vida plena y feliz.
Como criadores oficiales somos desde el día 2 de Octubre de 2020. Cuando la FCI (Federación Cinológica internacional) nos concedió el afijo solicitado “Flamenco de Lunares” nº 24427. Día que recordamos con inmensa alegría. Aunque uno no se hace criador de un día para otro, esto es una carrera de fondo, en el que el aprendizaje es una constante. Sí puedo decir, que me gusta el camino que estoy recorriendo y que pienso seguir en él, mientras la ilusión y las ganas no me fallen.
Todo comenzó cuando… Era tan pequeña, que no recuerdo el nombre de mi primer perro, pero sí el de mi primera Dálmata, Hada. Mi tío Manolo fue el responsable de traerla a mi vida, sin saber la magia que estaba sembrando.
Después de Hada vinieron Capi y Cora, hijos suyos. Y aunque la despedida de ellos fue un poco triste, los disfruté el tiempo suficiente como para no olvidarlos nunca.
¿Y que qué piensa mi tío de aquella época?
“Más mala que un rajón, decía su “agüela”, pero cariñosa y amante de todo bicho viviente. Ha tenido perros, gatos, tortugas, un borreguito blanco, otro negro, un periquito de nombre Felipe, al que quiso hacer amigo de su perro y le dio un pataliche, ella también se quedó pasmada. También tuvo un pato con un lunar en la cabeza (pensaba que estaba sucio, lo tenía siempre “pelao”).
Yo. Su tío tendré algo de culpa. La llevaba a la alfalfa (antiguo mercadillo de animales en Sevilla) allí se le antojo unos pollitos con calcetines, tocaba y acariciaba todo lo que podía.
Su mayor sorpresa fue cuando un día le dije que íbamos a buscar espárragos al monte, como otras veces. Pero se dio cuenta de que íbamos a Sevilla, a la ciudad, y le dije que allí había un trocito de monte.
En medio del cemento le dije que allí era el lugar y que el dálmata que tenía delante era suyo.
Su cara, sus ojos, su piel. No existe cámara para captar sentimientos.
Si. Soy culpable, pero solo un poquito. Yo nunca hubiera hecho por los animales lo que ella hace por ellos”.
Hasta el día que de la mano de Fernando llegó a mi vida Oto. Una bolita blanca con algún lunar en su cuerpecito; alegre, simpático y cariñoso a más no poder. ¿Está feo decir que es mi ojito derecho?
Pero la manada fue creciendo, a pesar también de que algunos nos iban dejando. Canelo, nuestro Dóberman marrón y fuego. Se fue en 2018. Desde entonces hay un ángel más en el cielo.
Pero antes de marcharse, tuvo la oportunidad de conocer a Rufo! El tremendo… Un cachorro Dóberman, negro y fuego que nos da una guerra… “que pa qué”. “El divertido” también podría apodarse! jejeje
Después llegó casi de sorpresa Daniela, una dálmata hígado. Su familia no podía seguir cuidando de ella como se merecía, así que la acogimos en nuestra manda, que sin darnos cuenta, iba creciendo poco a poco.
Como no podía ser de otra forma, en 2019 nació de Oto y Daniela una camada preciosa, a cada cual perrito más lindo! Con esta primera camada aprendí muchísimo! y sobre todo, disfruté muchísimo!
Tanto es así, que dos de los cachorros se quedaron en nuestra casa, Limón y Dama. Unos perros buenísimos que se han criado en familia y con todo nuestro cariño. Y con los que esperamos seguir creando descendencia.
No conformes con nuestros 5 magníficos: Oto, Rufo, Daniela, Limón y Dama. El 6 de Junio de 2020 se unió a nuestra familia perruna una nueva integrante, Nurthan de Dalmasiel. Una perrita muy deseada, que nos vino de la mano del criador Luis Miguel, con afijo Dalmasiel.
Visto lo visto… ¡Solo es cuestión de tiempo que nuestra manada dalmatera siga creciendo!
Y nuestra casa… pues en construcción, literalmente. Asi que esperamos poder subir fotos dentro de poco, cuando por fin esté terminada. Será nuestra casa y la de nuestra manada, porque a quien le gustan los perros, no concibe un hogar sin ellos.