Para entender cuáles son los hábitos alimenticios normales del perro, es importante entender los del lobo. A pesar de que el perro tiene una alta capacidad de adaptación, es innegable su procedencia del lobo y las similitudes que hay entre ambos.
Pongámonos en situación: Una manada de lobos caza una presa animal grande, un ciervo, un jabalí o una cabra. Cazan en grupo, acorralando la presa, con rapidez y agilidad. Dada la caza a la presa, los lobos acaparan la comida y comen apresuradamente. Hay una feroz competencia entre los miembros de la manada por el animal cazado. Cuando sobran algunos restos de la presa, los lobos la entierran, con el fin de acudir a por la comida cuando los recursos escaseen.

Esta forma de comer con ferocidad y la competencia que hay entre la manada, nos puede ayudar a entender la forma de comer de nuestros canes cuando comen a la vez con otros perros. También nos puede ayudar a entender los hábitos de los perros que comen solos, que no tienen competencia y por tanto lo hacen de una forma más relajada.
También entenderemos el porqué de ese apetito con trozos de comida que se encuentran por la calle, a veces en descomposición, y que lo cogen como si de un manjar se tratara… porque realmente lo es para ellos!

¿Nos os pasa cuando veis comer a vuestros perros en casa que pensáis, “cualquier día se ahoga el solo”?. Tengo que reconocer que a mi sí se me ha pasado ese pensamiento por la cabeza. Muchas veces! Cada vez que los veo comerse un muslo de pollo en menos de un minuto. Como si fuera un chupachups.
Esto es porque los comparamos con nosotros, con nuestra forma de comer y sobre todo, con nuestra capacidad de masticar y deglutir alimentos. Pero nada tiene que ver!
La naturaleza poderosa de nuestro perro se revela al ver la apertura amplia de la boca con dientes y una mandíbula fuerte para agarrar, matar y descuartizar presas. A esto se le une, la capacidad de las mucosas de la faringe, que segregan gran cantidad de mucosas para permitir el paso de huesos y trozos grandes de comida sin que generen daños en el sistema digestivo.
A diferencia del nuestro, el esófago del perro tiene un solo músculo estriado, voluntario (el nuestro es Involuntario). Esto le permite generar e incrementar a voluntad la velocidad con la que deglutir los alimentos. Estos pasan de la boca al estómago en unos cuantos segundos. Su ansia de comer rápido está basada en una capacidad real de tragar el alimento.
Estas ansias son aún más marcadas cuando comen en grupo y cuando la comida está racionada. En estos casos, como el mío, no queda más remedio que trabajar la rutina en las comidas. Marcando las normas con disciplina y constancia.
Un estómago a prueba de balas. El estómago de los perros tiene la capacidad de expandirse para almacenar temporalmente mayor cantidad de alimentos. Lo que evita la necesidad de muchas comidas pequeñas a lo largo del día.
Además, el jugo pancreático de los perros, con un ph entre 1 y 2 de acidez (los valores del ph se miden en una escala de 0 a 14, siendo 0 el grado de mayor acidez posible) es mucho más potente que el nuestro. Su jugo pancreático contiene una proteína bactericida contra: Escherichia coli, Shigella, Salmonella y Klebsiella. Es bacterioestática para Estafiloco y Pseudomonas e Inhibe también Cándida Albicans. Después de este recital de palabrejas, lo que quiero decir es que, en forma natural, el perro es mucho más resistente a las enfermedades bactericidas adquiridas vía alimento.
Esta resistencia natural tiene mucho más sentido si tomamos en cuenta que el perro cazador entierra los restos de comida por varios días para comerlos cuando nuevamente tiene apetito. No es raro encontrarnos entre los cojines del sofá un trozo de pan duro, o entre las flores del jardín, un hueso que le dimos hace unas semanas. Sin embargo, a diferencia de su “primo” el lobo, suelen olvidar los tesoros enterrados. Será porque no tienen necesidad.
Entender su patrón de conducta y su fisiología me parece primordial, para alimentarlos en la forma en la que ellos lo necesitan y no en la forma en la que nosotros lo necesitamos
Y ahora, ¿que pensarás ahora de esos dueños de perros que le ponen de comer una vez al día? ¿O de esos perros que van triunfantes por calle con un trozo de pan que acaban de encontrar? ¿Y de su carácter con la comida cuando se acercan otros perros?
Artículo de interés: Nutrición Canina Básica, Raúl Ricardo Águilas Reyes

